Las cubiertas de MTB son uno de los componentes más críticos de la bicicleta, ya que a pesar de ser relativamente baratas son una de las causas por las que podemos ir más rápidos o lentos.
Pueden ahorrarnos bastante peso, son la primera barrera a la hora de absorber baches y además son el principal motivo por el cual pinchemos más o menos veces.
Ancho de la cubierta de MTB
Éste es uno de los temas más controvertidos en el ciclismo de montaña, especialmente desde que en los últimos años han aparecido muchas novedades en este sector (fatbikes, ruedas de 29″+, 27,5″+, etc.). La teoría siempre nos dirá algo como:
- A mayor ancho más seguridad tendrás bajando, irás más cómodo ya que se absorberán mejor los baches, tendrás más tracción (lo que perjudica un poco más a la hora de ir rápido en llanos, pero beneficia a la hora de escalar y también cuando se corre por terrenos más sueltos) y tendrás más peso en la bicicleta.
- A menor ancho tendrás un conjunto más ligero, inestable, rápido en llanos, cómodo en situaciones de barro (porque no se acumulará tanto), con menor tracción y menor comodidad frente a los baches.
Aunque hay muchísimas medidas diferentes para medir el ancho (basta con que leas el punto quinto de este artículo de Wikipedia), por lo general dentro del mundo de la montaña se suele utilizar las pulgadas como estándar. De tal manera, las cubiertas que tengan un ancho menor a 2″ suelen ser bastante estrechas y a partir de 2″ ya empiezan a ser conjuntos anchos.
Por mis gustos personales, la medida que más me ha convencido de entre todas las que he probado es la de 2,25″, ya que confiere bastante estabilidad durante las bajadas, tiene mucha tracción para las subidas, absorbe genial los baches y en llanos me ha ido muy bien. Sin entrar a valorar usos o necesidades puntuales para mí es el ancho ideal.
Dibujo y profundidad del taco de la cubierta
Otro de los aspectos críticos en el comportamiento de las cubiertas son los tacos que tienen (tanto por número como por profundidad). Por lo general el “taqueado” suele ser agresivo (profundo o grande), medio (polivalente) o semislick (prácticamente lisos).
- Con tacos de mayor tamaño, tendrás una mejor respuesta y agarre en terrenos blandos (como arena, grava o barro).
- Con tacos de menor tamaño, obtendrás un rendimiento superior en terrenos más duros y avanzarás con mucha más facilidad, tanto en llanos como en bajadas.
- Si los tacos están muy juntos, suelen funcionar mejor terrenos duros ya que se agarrarán mejor al suelo.
- Si los tacos están más separados, por lo general son ideales para terrenos blandos y con más barro, ya que evacuan mejor la tierra que se queda pegada a la cubierta.
Desde mi punto de vista has de tratar de unir la profundidad de los tacos con el dibujo que presentan (por su separación), a la hora de determinar qué te interesa más o menos.
Que es el TPI en una rueda
En este aspecto voy a tratar de ser muy breve. TPI (Threads Per Inch), significa número de hilos por pulgada.
¿Qué implica esto? Por lo general las cubiertas están hechas a base de una serie de hilos entretejidos, a los cuales se les aplica una capa de goma por encima.
Aunque también depende del tipo de dibujo (patrón bajo el cual estén entrelazados los hilos) y de su anchura, por lo general a mayor número de hilos la cubierta pesa menos y es más eficiente rodando, pero es más vulnerable frente a pinchazos y se desgasta más rápidamente.
Tipos: Tubeless, cámara, sólida…
- Tubeless. Son aquellas cubiertas que contienen el aire directamente con la llanta. Para evitar pinchazos indeseados, se les suele aplicar un líquido sellante que, salvo fallos catastróficos suelen reparar la inmensa mayoría de pinchazos, haciendo que puedas rodar con mayor tranquilidad durante meses.
- Cámara de aire. Son aquellas que siguen un sistema tradicional, en el que entre la cubierta y la llanta hay un tubo de goma que contiene el aire (la cámara).
- Doble cámara. Inventado por Schwalbe, es un sistema en el que habiendo ya una cubierta de tipo tubeless o con cámara de aire tradicional, se le añade una segunda cámara de aire pegada al fondo de llanta. Esto implica que ha de haber dos válvulas diferentes, que la cámara principal puede llevar menos presión que la de costumbre, que el conjunto pesa un poco más y se reducen sustancialmente el riesgo de sufrir un llantazo o los conocidos “pellizcos“.
- Sólida. Son cubiertas que están rellenas de una especie de gomaespuma, en lugar de aire, de tal manera que nunca se producen pinchazos de ningún tipo. La empresa más conocida de este tipo es Tannus.
- Sistemas alternativos. Hay soluciones bastante ingeniosas en el mercado que están buscando mostrar alternativas a los sistemas más tradicionales como el controvertido y experimental Energy Return Wheel.
Sinceramente el sistema que más me gusta (entendiendo los pros y los contras que todo sistema puede ofrecer) es el tubeless, ya que salvo que se te clave un clavo enorme o que rajes la cubierta (cosa que en cualquier caso provocaría que tuvieses que comprarte una nueva), te olvidarás durante meses de pinchazos y contratiempos en marcha e incluso ahorrarás un poco de peso.
Cubiertas plegables o rígidas
Las cubiertas tienen dos aros en la parte que quedaría encajada con las llantas de tal manera que pueden ser:
- Rígidas. Con un aro que generalmente es de acero (y que le da forma a la cubierta), estas cubiertas pesan más, son más baratas y más difíciles de montar.
- Plegables. Cuentan con un aro que generalmente es de kevlar, estas cubiertas pesan menos, son más caras y son mucho más fáciles de montar.
Pues hasta aquí llega la primera entrada sobre cubiertas. Aún no tengo muy claro cuántos capítulos más tendrá esta serie, aunque de entrada en el post que viene me gustaría aclarar cuáles son los códigos y letras que aparecen siempre en los laterales de estos componentes y cuáles son las presiones más adecuadas para tener las cubiertas.